lunes, 30 de marzo de 2009

Aquí lo importante es quejarse.

Los jóvenes universitarios llevan más de un año quejándose por la implantación del pla bolonya. Este proceso une a todas las universidades europeas para llevar a cabo el mismo plan de estudios. Desde que se firmó, miles de estudiantes y profesores se han mostrado en contra porque se dice que aquellos que trabajan y estudian a la vez, ya solo podrán dedicarse a una de las dos cosas. Sus quejas se centran también en la privatización que están llevando a cabo algunas universidades, que por falta de fondos se unen a empresas privadas para poder solventar sus pagos. Desde hace unas semanas algunas universidades han sido ocupadas día y noche por los alumnos, las manifestaciones se han incrementado y con ello la violencia.

En primer lugar, no entiendo como se pueden quejar de que van a tener que dejar de trabajar y no podrán pagarse los estudios. Cuando hoy en día todo aquel que necesita dinero y además quiere tener una carrera, trabaja en tres empresas distintas si lo necesita. Lo que demuestran estas quejas es un símbolo de las pocas ganas de trabajar de los alumnos. En segundo lugar, por lo que he podido comprobar son muy pocos los que realmente conocen el pla bolonya, ya que las respuestas que dan algunos de los manifestantes son realmente precarias y copias de las palabras que han oído anteriormente. Por otro lado, están en todo su derecho por quejarse, pero las manifestaciones llevadas a cabo días atrás, solo han provocado altercados y victimas inocentes que bien sabemos se podrían haber evitado. Mi pregunta es, ¿qué pasará si después de tanto caos organizado por los estudiantes no les hacen caso?. De momento lo que están perdiendo es la asistencia a clase.

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